¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN INFANTIL?
La depresión infantil ha sido ignorada durante mucho tiempo, llegando a rechazar la presencia de este trastorno en la infancia. Hoy en día se admite su existencia, aclarando que los síntomas esenciales del episodio depresivo mayor son similares en niños, adolescentes y adultos.
¿CÓMO SE PRODUCE?
Desde el punto de vista cognitivo la variable clave para explicar este estado de ánimo es la valoración que hace el sujeto de las situaciones, más que de la situación en sí misma.
La persona que desarrolla una depresión sufrió experiencias tempranas negativas que originaron pautas de pensamiento irracionales o esquemas cognitivos inadecuados.
CONSECUENCIAS
Los esquemas cognitivos inadecuados son patrones estables que se activan en circunstancias semejantes a las originales, apareciendo la tríada cognitiva (visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro) responsable de los siguientes síntomas depresivos:
- Afectivos: disforia, ansiedad, etc.
- Motivacionales: escasa fuerza de voluntad, deseos de escape y evitación, etc.
- Cognitivos: indecisión, problemas de atención y de memoria, etc.
- Motores: pasividad, dificultades en las relaciones sociales, etc.
- Fisiológicos: insomnio, pérdida de apetito, etc.
Los adolescentes con depresión no cuestionan la veracidad de sus pensamientos negativos, incluso con datos en contra, porque sistemáticamente incurren en errores lógicos:
- Inferencias arbitrarias: extraen consecuencias de datos insuficientes.
- Sobregeneralización: extraen conclusiones generales a partir de un solo aspecto de la situación.
- Pensamiento dicotómico: sólo blancos o negros, nunca grises.
- Personalización: atribuirse el 100% de lo que sucede.
- Magnificación y minimización: maximizar los fallos propios y minimizar sus éxitos.
TERAPIA
Los procedimientos y técnicas empleados para la depresión infantil son los siguientes:
1. Procedimientos conductuales:
- Actividades agradables.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
- Entrenamiento en relajación progresiva.
- Control de estímulos para problemas de sueño.
2. Técnicas cognitivas:
- Reestructuración cognitiva.
- Solución de problemas (interpersonales y generales).
Se incorporan adicionalmente otras técnicas en función de las necesidades del individuo.