¿QUÉ SON LA ANSIEDAD, LOS MIEDOS Y LAS FOBIAS INFANTILES?
El miedo constituye un componente necesario y está unido al desarrollo evolutivo del individuo pero, por otra parte, puede ser el aspecto más insoportable de la vida de una persona.
El aprender a temer ciertos estímulos, objetos o situaciones es un aspecto normal del desarrollo humano.
Los miedos son frecuentes en edades preescolares, siendo más raros en adultos. Parece que los miedos tienden espontáneamente a extinguirse a lo largo del desarrollo evolutivo, pero por alguna razón no desaparecen en algunos niños.
¿CÓMO SE PRODUCEN?
Lo normal es que se habitúen a los miedos y en consecuencia desaparezcan, ya que la finalidad adaptativa de los miedos es transitoria.
El no habituarse a estos miedos puede deberse a factores constitucionales (temperamento) y ambientales (conflictos interpersonales). También la no exposición a los miedos puede estar favoreciendo su mantenimiento.
De este modo los miedos evolutivos (normales) podrían estar reflejados en la edad adulta en forma de fobias clínicas.
CONSECUENCIAS
Un trastorno de ansiedad, cuando se trata de niños o adolescentes, adquiere una especial relevancia debido a que:
- Interfiere en su desarrollo y maduración personal.
- Perturba su rendimiento académico.
- Altera el funcionamiento y equilibrio familiar.
- Puede agravarse y constituir una fuente de riesgo para otros trastornos de ansiedad.
- Es posible que se complique con otros factores psicológicos.
- Es común que los trastornos que manifiestan los adultos se generen durante la infancia y la adolescencia.
TERAPIA
Los procedimientos utilizados para la reducción del miedo y la ansiedad en los niños y adolescentes son en general equivalentes a los tratamientos empleados para los adultos.
Los trastornos de ansiedad, junto con el empleo de la relajación, se han abordado eficazmente a través de 4 estrategias principales:
- Estrategias basadas en la exposición.
- Modelado.
- Procedimientos operantes.
- Estrategias cognitivas.